Me llegó por azar y acá termino de cerrarlo después de una lectura voraz.
No es que acuerde con lo que escribió Hugo Wast hace medio siglo de lo que sucedió hace dos, ni que me haya hipnotizado con una regresión a mi irritante colegio secundario.
Como en aquel instituto san román, este libro chorrea un horrible fluido nacionalista-católico completamente caricaturezco hoy en día, pero que les servía a muchos para sobrellevar la ferocidad con la que se sobrevivía en los setenta.
Terminé hoy el libro sobre las historias ignoradas de las
Los que nos dedicamos a las disciplinas que rondan la comunicación, desde las psicoterapias a la publicidad, tendríamos que estudiar
Que Argentina no empezó cuando la historia oficial dice, no es novedad. 
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