Una chaqueta para morir

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Chaqueta Dorrego.jpg "Cielito, cielo de plata
cielo de la montonera
ahora me van a escuchar
porque soy uno cualquiera

Cielito y cielo nublado
por la muerte de Dorrego
enlútense las Provincias
lloren imitando este cielo"

canción popular argentina del siglo XIX

Año 1828. Alguien, ya no importa quien, le perdona la vida a unos complotados.

Un mes después avanza con su hermano hasta un puesto en la campaña. Está conversando con Pacheco, su amigo, pero es traicionado y puesto preso.

Podría haber elegido cientos de caminos, pero eligió éste: "Luis, estoy perdido" le dice a su hermano y se agarra la cabeza.

Por última vez duermen en la misma habitación. Al día siguiente uno es enviado a la Capital y otro al más allá: lo fusilan, al presidente argentino, en un corral.

No hay juicio, ni conversación, ni nada; simplemente se inicia una tragedia que aún no termina, casi 180 años después.

Si hubiera elegido otro camino....

2007. Salgo del consultorio. Voy a una entrevista. La secretaria que me recibe está muy preocupada con encontrar unos pantalones para su hijito. Llama por teléfono a varios negocios y no me anuncia. Yo espero mientras leo "Una chaqueta para morir", de Pedro Orgambide.

Una demora. La secretaria y la lectura. La entrevista empieza 20 minutos tarde. Llego entonces 20 minutos tarde al tren que me regresará. Es el último que parte de la estación antes del corte de luz y el primero que queda a mitad de camino: no hay corriente eléctrica en Buenos Aires. Los trenes dejan de funcionar.

Un cliente me esperaba, pero ya no me espera.

Mientras espero que vuelva la luz, termino el libro. Ya terminará mi viaje.

Pienso: si hubiera elegido otro camino....

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